29
MAR
2021
La reputación es un activo intangible invaluable para una compañía u organización, ya que, más allá del concepto y evaluación propia, lo que digan y piensen los diferentes grupos que interactúan con una compañía, al final será lo que configure la imagen y los aspectos por lo que es reconocida o juzgada en la sociedad en general.
Ahora bien, cuando se piensa en los grupos de interacción de una organización, no solo se debe tener en cuenta aquellos con los que se tienen relaciones transaccionales o se desean tener, también deben ser parte de ellos, los que de manera directa o indirecta se están impactando por el accionar de las empresas y cuya opinión es relevante por la influencia que tienen en los imaginarios colectivos.
En coyunturas como las actuales, al tejido empresarial se le exige ser cada vez más, un actor clave que contribuya no solo al desarrollo económico de los Estados, sino actuar como un ciudadano que genere efectos positivos en la sociedad en diferentes dimensiones como:
Su contribución social: Los proyectos de carácter social que impulsa y apoya en pro del mejoramiento de las condiciones de diferentes grupos poblacionales y su impacto futuro en términos de educación, deporte, salud, sana convivencia, generación de oportunidades, entre otros.
Su desempeño financiero: Las compañías con una buena salud financiera, son confiables para atraer tanto inversión como talento humano de clase mundial, que les permite un mayor crecimiento y permanencia en el tiempo.
Su responsabilidad ambiental: El medio ambiente es una prioridad para los ciudadanos y cada día cobra más importancia. Las compañías que actúan como ciudadanos responsables, no solo apoyan medidas en pro del medio ambiente en sus sistemas productivos, sino que además ejercen una labor de educación y apoyo a las causas medio ambientales y se convierten en ejemplo para la sociedad.
Su liderazgo: Ser líder no solo significa ser el primero en ventas, el liderazgo tiene asociados además sentimientos de admiración que hacen que los consumidores sean fieles a las marcas y por ello se obtienen altos resultados de negocios y niveles de ventas. Compañías líderes en el mercado, están compuestas de grandes líderes internamente que las llevan al lugar donde se encuentran.
Su ética y gobierno corporativo: De acuerdo con nuestro último estudio Invamer Poll, para una de cada cinco personas de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga la corrupción es el principal problema de nuestro país. Ante ello, las compañías deben tener unos marcos de valores claros, respaldados por su gobierno corporativo, que no solo se promulguen, sino que hagan parte del ADN de la organización y de cada uno de sus colaboradores. De esta forma, se incentiva la integración de valores a la sociedad desde las empresas y se da ejemplo por medio del gobierno corporativo.
La gestión de la reputación es una tarea de largo aliento y permanente en el tiempo. Medirla de manera regular, permite detectar los grupos de interacción y las variables en las que se deben focalizar los esfuerzos, manejar agendas asertivas y dirigir mejor la comunicación para lograr entregar los mensajes claves en procura de reflejar, en todas las dimensiones, las acciones y proyectos que se llevan a cabo desde la organización, logrando no solo “parecer sino ser”.
Es así como todo lo anterior, debe tenerse en cuenta para reflejar percepciones más allá del negocio y tomar acciones que permitan a las compañías ser ciudadanos ejemplares, que ayuden a la construcción de sociedades responsables tanto con el presente como con el futuro.
Por: Jose Rodas
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